miércoles, 9 de julio de 2014

MAMI TIPS - EL PARTO III

4 de Junio...

9:30pm 8 de dilatación, sin fuerza y sin energía ... 

Mi última comida fue el desayuno, llevaba 7hrs de parto desde que rompí la fuente.
Ya estaba en un trance, en el que aunque yo sentía que aguantaba el dolor, sabía que ya no tenía fuerza... Sentía que en cualquier momento me podía desmayar, no podía ni abrir los ojos para concentrarme en mis contracciones que ya tenía una tras otra, a veces estaba terminando una, cuando ya estaba entrando la otra...

Entró el doctor a checarme; me retumbaba en la cabeza sus palabras: "se trata de que disfrutes el parto y esperar a tu bebé con energía". 
                                                      Así que le dije "ok, póngame la epidural".


De los momentos más difíciles durante el parto, fue cuando me pusieron la epidural, porque mientras me la inyectaban estaba en contracciones... Y muy intensas... Quería lograr mi parto sin la epidural principalmente por mi bebé, pero como me sentía en ese momento, creí que la mejor manera de ayudarlo era poniéndomela. 
La verdad me dio mucho gusto haber llegado hasta donde llegué sin ponérmela... Pude ayudar a mi angelito lo más posible.

Me dice el doctor: "Ok a partir de que te la pongan ya no podrás pararte de la cama y estar en movimiento..." Yo sólo trate de ver a Ro, a mi mamá y a mi mejor amiga (en ese instante): La pelota y dije "si, ok!"

 Entró el anestesiólogo, se presentó y me explicó como iba a estar la cosa; empezaron a preparar todo y me dijeron que no podía moverme nada cuando me la estuvieran poniendo. Recordemos que yo ya tenía unas contracciones muy intensas. Me dice que me acomode de lado, me pide que me haga bolita (acto incómodo y doloroso porque con la mega panza que tenía era casi imposible el grado de bolita que me pedía que hiciera con mi cuerpo, sentía que lo aplastaba) me agarraron entre mi mamá, Rodrigo y la doctora porque en cuanto me llegó la contracción y yo en "bolita" quería mentar madres y pegarles a todos, les decía: "tengo una contracción, necesito moverme, me está doliendo, suéltenme, necesito estirarme, me duele mucho..." Pero no me soltaron en ningún momento, ya estaban por ponerme la inyección y el anestesiólogo me detenía fuerte de la espalda diciendo. "Ya te la voy a poner no te puedes mover, respira profundo, ya está entrando la inyección!".
En cuanto me la pusieron me regresaron boca arriba, me dijeron que no podía moverme por un momento para q se distribuyera bien la medicina y de repente, sentí un gran alivio ... Abrí los ojos, respiré, volví a ver con claridad, todo mi alrededor y lo que estaba pasando. Pedí que me pusieran la novela y que me llevaran algo de comer; a lo primero accedieron... De lo segundo, ni hablar... Disfruté de la novela, platiqué un rato con Ro y mi mamá, aproveché para mensajear un rato, una que otra foto y de repente volví a sentir las contracciones, poco a poco volvían a subir de nivel, con todo y la epidural comenzaba a sentir el dolor otra vez... Una contracción, otra contracción, otra contracción... 

10:30pm Las contracciones habían regresado como si no me hubieran puesto nada, otra vez estaba concentrada en mis respiraciones... Me checó la doctora y seguía con 8 de dilatación (sabía que con la epidural todo sería más lento, no había avanzado nada!) el bebé no se había encajado; comenzaba a pensar que en nada de tiempo me dirían que iba a tener que ser cesárea. No se lo decía a nadie pero dentro de mi, tenía un plática intensa conmigo misma; no quería que fuera cesárea, pero estaba segura que sería lo que tuviera que ser, en ese momento sólo me preocupaba que mi bebito estuviera bien y saliera sin ningún problema y sano. 

11:30pm Seguíamos sin avanzar y el bebé sin encajarse. Me pusieron más dosis de la epidural porque ya estaba intenso el dolor otra vez, ya llevábamos 9hrs de trabajo y no se veían avances. Entró la doctora y me dijo que teníamos que hacer trabajos de pujo para ayudar al bebé a bajar y encajarse, así que con cada contracción comenzamos a pujar, la anestesia no estaba tan fuerte así podía tener un ligero control de mis pujos, cada que venía una nueva pujábamos con mucha fuerza. 
        En ese momento tienes que pujar, pujar y pujar sin perder el tiempo gritando o tomando largos respiros, tienes que aprovechar la contracción con todo, fueron unos cuantos pujos y me dejó descansar  porque tampoco es bueno estar pujando tanto si no es tiempo para sacar al bebé. De hecho yo sabía que no recomendaban hacerlo, a menos de que ya estuvieras en el mero momento.

12:00pm Regresó la doctora, estaba en 9 de dilatación y el bebé seguía sin encajarse; hicimos otros trabajos de pujos y me dejó descansar, las contracciones seguían haciendo de las suyas, lo peor es que ya no podía pararme para ir a mi pelota y relajarme con ella, tenía que estar en la cama nada más! Me acosté de mi lado izquierdo doblando un poco las piernas de forma fetal, agarrando la mano de mi mamá o de Rodrigo, respiraba, respiraba, respiraba ... Sentía eterna cada hora que pasaba y no sólo por los dolores sino por la impaciencia de conocer pronto a mi pequeño pedacito de mi ...

1:00am Me checa el doctor y decide que es hora de llevarme al quirófano.
¿Cómo? ¿Ya estábamos listossss? ¿Ya iba a nacer Ían Cachero Hernández?
La verdad no se ni que pasó por mi cabeza o sí pasó algo... Yo iba concentrada en respirar, en que tenía que dar todo lo mejor de mi para ayudar a mi bebé, me preocupaba que con la epidural no pudiera sentir a la hora de pujar, pero estaba sintiendo todo, sabía que iba a poder ayudarlo, ya faltaba poco, era un último esfuerzo y mi bebé estaría en mis brazos. Creo que precisamente eso fue lo que pasó por mi cabeza, que en ese momento no había nada, no existía nada, no quería nada... Sólo que todo saliera bien y si de eso dependía mi fuerza y trabajo, iba a venir todo excelente!

No sé en que momento se llevaron a Ro, llegaron unos camilleros por mi, me cambiaron de camilla y me sacaron del cuarto, mi mamá estaba afuera esperando que saliera de ahí, me dio un beso, la bendición, me dejó su fortaleza con todo el amor en ese beso y me dijo: "estando ahí no dejes de pujar!" Y me llevaron a la sala de parto. 
Gracias mami como siempre has sido un gran apoyo!
Ya estaban todos los doctores en la sala de parto terminando de alistarse, mi doctor, la doctora, el anestesiólogo, el pediatra, los enfermeros y mi amor... Rodrigo ya vestido y listo para acompañarnos...


1:30pm Ya estábamos todos listos para comenzar, empezaron los pujos con toda mi fuerza, en ese momento no existía nadie más... Éramos sólo Rodrigo que con su mano me apoyaba, aunque no podía tomarlo yo, podía sentirlo y eso para mi era lo más importante, mi bebé próximo a nacer y yo, dando lo mejor de mi, por él.
Yo no escuché nada, pero me cuenta Ro que el doctor le hizo señas a la doctora avisándole q no bajaba y que tenía que ayudarme; yo sólo sentí que de repente la doctora estaba encima de mi panza aplastando con todas sus fuerzas, tenía ganas de madrearla LITERAL, me dolía como me empujaba ella al bebé y sólo pensaba en él y en que lo podía lastimar, eso me hizo pujar más duro, sólo quería que saliera rápido para que no lo fueran a lastimar; por abajo sentía como el doctor con sus manos ayudaba a abrirme, hasta que metió como un aparato para auxiliar la expulsión...  y de repente mientras el abría, la doctora empujaba, el anestesiólogo grababa, el pediatra esperaba, Ro me sostenía y yo pujaba, salió Ían de un solo golpe.
       No fue como vemos en los vídeos de partos que sale una cabecita y en la siguiente contracción sale el cuerpo; el salió TODO de un jalón.

2:00am 5 de Junio de 2014 Ían Cachero Hernández pesó: 3.510 kg. medida: 51cm.
En ese momento sentí un alivio en el cuerpo, respiré, me sentí ligera ... Pero no me dieron a mi bebé en el instante, había nacido sin respirar, lo sacó el doctor y se lo pasó al pediatra inmediatamente... Sentí como un corto pero eterno momento de silencio en el cuarto, estaba tratando de entender lo que pasaba, cuando de repente se me vino encima otra contracción tan fuerte como las pasadas, nooo! No entendía la contracción, la sensación de querer seguir pujando, lo hice tan fuerte y rápido como lo había hecho con Ían y salió la placenta, ahora si nada más que sacar... Incorporé rápido mi cabeza al lugar y momento. Volteé a ver al doctor que le decía a Ro que fuera a ver a su hijo, el atrás de mi agarrándome le dijo que no, que se quedaba conmigo, le pedí que fuera, de pronto, escuchamos un chillidito... Era mi bebé, estaba bien, sano, con vida!
Se acercó Ro a verlo, iba con él, regresaba conmigo. El pediatra se acercó a enseñárnoslo, hermoso, hinchadito pero hermoso, había hecho un duro trabajo, tan pequeño y tan fuerte. Se lo volvieron a llevar para terminar de checarlo y ya que habían terminado me lo llevaron y lo pusieron en mis brazos... ¡Qué pequeño tan frágil e indefenso pero tan fuerte a la vez!
Ya somos una hermosa familia... Papá, mamá y bebé, no puedo pedir más en esta vida. 
                                                          "Mitad tu, mitad yo" 
En ese momento me di cuenta de porque una mamá ama tanto a sus hijos, un pedacito de mi que al verme a los ojos me llenó de amor y de vida, un real AMOR A CIEGAS... ya lo amaba sin conocerlo, así que en el momento que vi sus ojitos, la cosa se volvió inexplicable.

Gracias Dios, gracias vida, gracias amor... Tengo el mejor regalo que me pudieron dar... Y ahora si comienza una nueva etapa en mi vida
                                                         ¡¡¡ SER MAMÁ !!!


                                                                     ..."Yo te esperaba 
                                                                 y veia mi cuerpo crecer 
                                                                       mientras buscaba 
                                                                      el nombre que te dí 
                                                                           en el espejo 
                                                                 vi la luna llena y de perfil 
                                                           contigo dentro, jamás fui tan feliz. 

                                                                       Moria por sentir 
                                                                  tus piernecitas frágiles 
                                                                 pateando la obscuridad 
                                                                   de mi vientre maduro"... 

                                                                                  ...

                                                                     ..."Yo te esperaba 
                                                               imaginando a ciegas el color 
                                                          de tu mirada y el timbre de tu voz. 
                                                                        hoy que te tengo 
                                                   pido al cielo que me deje verte llegar lejos 
                                                                      mucho más que yo. 

                                                                        Yo te esperaba 
                                                          y en el espejo te miraba mientras 
                                                                         ya te amaba..."





No hay comentarios.:

Publicar un comentario